Estudia, breve historia de una idea

elogoEs curioso como las cosas surgen a veces por una mezcla de necesidad, oportunidad y una pizca de suerte. Una alquimia incomprensible que gesta proyectos desde la nada. Así empieza la historia de Estudia. Primero por la necesidad de saciar un inconformismo y una gran desazón con el sistema educativo actual, algo que he gestado y madurado durante años e infinidad de sobremesas junto a mis antiguos compañeros de facultad, hoy amigos, muchos de ellos docentes. También por la necesidad de dar un giro de timón al barco de mi vida, ese timón que a veces es tan difícil de girar, buscando un rumbo que llene las velas de mi realización personal. Y, como siempre, por mi necesidad innata de nuevos proyectos, bien sabida por los que mejor me conocen.

Y así fue como llegó el día en el que se alinearon estos astros personales y se me planteó seriamente la oportunidad de salir de la clandestinidad de las clases en mi domicilio particular para poder llevar a cabo los métodos e ideas que maduran en mi cabeza desde hace años y que eran irrealizables sin los medios y el espacio adecuado. La simiente llevaba muchos años plantada y mil veces dije: ¿por qué no montar…?. Pero la idea siempre quedaba en en limbo, se diluía, me faltaba voluntad y seguía con mi vida: ordenada, cómoda y sin sobresaltos. Pero pocas cosas en esta vida son inmutables y llegó el momento en que había que elegir un nuevo camino, por esas necesidades que ya comenté y por otras, y así volvió a surgir la pregunta de siempre: ¿por qué no montar…? y esta vez debía ser valiente y sabía que tocaba lanzarme, ya no sólo por vocación, que la hay y mucha, sino también porque era un proyecto que llevaba años llamando a mi puerta y al que yo me empeñaba en no abrirle.

La oportunidad también es una gran culpable de que esté embarcado en esta nave de nombre Estudia. Surgió y me dio el empujón final para meterme de lleno en el proyecto, que hoy ya es prácticamente una realidad. Encontré a mi alcance una localización estupenda (donde se ubicará nuestro primer centro Estudia) y además tenía total libertad para emprender y prestarle toda mi atención. ¿Qué más podía pedir?. Sólo suerte.

Una vez leí algo como: «La suerte se puede crear con actitud, voluntad, acción y buenas ideas». Así que ese es nuestro objetivo, no esperar a que la suerte venga sino salir nosotros a por ella.

Estudia es una aventura de dos navegantes, dos mentes que convergen en las mismas ideas. Cada una aporta cosas diferentes, complementarias, cada una con una visión personal; situación que creo beneficia a Estudia, que nace con la intención de revolucionar la idea que los padres y madres tienen de las clases particulares. A partir de hoy tendréis que familiarizaros con términos como tándem, desafíos multimente, inteligencias múltiples, gym y muchas otras innovaciones que iremos desarrollando en nuestro centro Estudia y que tratan de hacer del aprendizaje algo que no requiera un esfuerzo consciente. Y como sólo las cosas que nos motivan son las que no parecen requerir esfuerzo, ese es nuestro objetivo, motivar a nuestros y nuestras estudiantes para que que logren sus metas sin desanimarse.

Levamos anclas y partimos en la nave Estudia. No nos desees suerte, ayúdanos a hacer realidad nuestro proyecto, compártelo, difúndelo; seguro que así la suerte estará de nuestro lado.

Julián G.
Profesor y Cofundador de Estudia

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