Desde que la idea de Estudia como un centro innovador empezó a dar vueltas a mi cabeza tuve una cosa bien clara, teníamos que ofrecer formas de aprendizaje diferentes a lo que se hace habitualmente, revolucionar lo conocido, despertar inquietudes y motivar a los alumnos. Una de las primeras ideas que quería desarrollar era una modalidad de aprendizaje en la que dos compañeros de clase pudieran estudiar juntos. Una forma en que dos personas con un interés común progresen conjuntamente en una misma rama de conocimiento con material didáctico adecuado a este modo de aprendizaje.
Estudia Tándem es eso pero no queda ahí. Hemos diseñado Estudia Tándem para potenciar las diferentes inteligencias de los componentes y que ambos avancen no solo en la materia de estudio, sino en sus inteligencias inter e intra personal; la primera, fundamental a la hora de ganar confianza para enfrentarse a los exámenes y la segunda indispensable para desarrollar habilidades de trabajo en equipo, tan olvidadas por el sistema educativo actual pero tan importantes en el entorno laboral.
La idea de recibir clases en pareja no nace de la nada. En mis tiempos de instituto iba a clases particulares con mi amigo Juan y sucedía que, muchas veces, éramos los únicos alumnos en clase. Años después me di cuenta que en aquellas ocasiones era cuando más rendimiento lográbamos, ya no por estar solos, que también, era el estudiar con un compañero y amigo lo que verdaderamente influía. Así lograba la motivación necesaria para no faltar nunca a clase o era el acicate para tratar de resolver los problemas propuestos en menos tiempo que mi colega. Juan y yo no estábamos en la misma clase en el instituto, de hecho hasta teníamos profesores distinto. A día de hoy estoy seguro que esto mermaba muchísimo el aprovechamiento que hacíamos de aquellas horas de refuerzo. Es por ello que cuando el equipo de Estudia se sentó a diseñar Estudia Tándem puso como condición indispensable que los dos alumnos fueran de la misma clase para garantizar que la materia que trabajan es la misma y la reciben del mismo docente.
Una de las ventajas de ser dos es que las experiencias y conocimientos de uno alimentan los del compañero y viceversa, dos mentes resolviendo problemas no trabajan la mitad, por mi experiencia en este tipo de aprendizaje aprecio que esas dos mentes trabajan más rápido y se apoyan la una en la otra buscando un resultado en el menor tiempo posible. Considero que las clases en tándem se aprovechan más que las clases convencionales en grupo y, la mayoría de las veces, incluso más que las individuales.
Pero claro, aunque ya sólo con venir juntos dos compañeros se logran mejoras significativas en el rendimiento y resultados esto quedaría cojo sin un método específico para impartir clases que implique, de alguna manera, a los dos y los «obligue» a dar lo mejor. Es para esto que el equipo de Estudia ha diseñado problemas en los cuales, además de trabajar indivualmente, los dos miembros han de trabajar en equipo para resolverlo. Este tipo de problemas en equipo es lo que hemos denominado desafíos multimente (os hablamos con más detalle en esta entrada) y son los mismos que utilizamos para las clases de Estudia en Grupo y de los que tan orgullosos nos sentimos porque nos sabemos pioneros en un método con el que somos capaces de asignar tareas específicas a cada una de las partes del grupo y que, entre todos, resuelvan el problemas sin menoscabo del desarrollo de sus habilidades individuales.
En Estudia Tandem hemos implementado desafíos multimente específicos para dos personas, focalizando el aprendizaje y pudiendo entrenar al alumno o alumna en aquellos conceptos en los que necesita refuerzo. La innovación y motivación de nuestro alumnado es una de las máximas de Estudia y la modalidad de aprendizaje en Tándem es una muestra de nuestra filosofía de aprendizaje.
Julián García
Profesor y Cofundador de Estudia